En algunas culturas el ágata tiene el poder de armonizar el yin yang, las fuerzas positivas y negativas. Pero, sin duda, su juego de luces tiene un efecto calmante y relajante y ofrece una gran fuerza y determinación, por lo que se dice que son muy buenas a la hora de tomar decisiones y para las personas que sufren dudas y indecisión.