La descomunal escultura de 5,7 metros de altura conocida como El David no fue realizada únicamente por Miguel Ángel.
El artista que la inició fue Agostino di Duccio que trataba de realizar un encargo de Hércules con el enorme bloque de mármol. Agostino abandonó la obra sin terminarla y fue retomada por Antonio Rosellino que desertó también, probablemente antes la gran dificultad técnica y artística.
Cuando la retomó Miguel Ángel la concibió como una representación del David bíblico, culminándola como la conocemos hoy.