El origen de las gárgolas se remonta a la Edad Media y se relaciona con el aumento de los bestiarios y los tormentos del infierno. También es cierto que la imaginación de los artistas medievales fue abonada por mitos aún más antiguos. De hecho, las primeras gárgolas fueron bautizados con el nombre de ‘grifos‘, por lo que evidencia sus raíces clásicas. Sin embargo, la iconografía de las gárgolas no se limitó a la mera representación de grifos, sino también encarna otras criaturas fabulosas que podría tomar la forma de animales, seres humanos o una mezcla de ambos; pero siempre representados más o menos de manera monstruosa. En la época actual podemos encontrar las gárgolas que representa los supuestos poderes mitológicos que estas rocas emanan con su forma monstruosa.