Regalar arte, regalar historia, es regalar distinción.
Cuando conocemos y apreciamos a alguien, el regalo es un lenguaje que nos permite manifestar lo que sentimos, pero no siempre es fácil escoger lo más adecuado o lo que llagará a tocar “cierta fibra” de la persona que lo recibe.
Cuando se presenta la ocasión ( o la creamos nosotros) de hacer un regalo, saber los gustos e inclinaciones, sus lecturas o viajes preferidos, demuestra nuestro interés por la persona y nos permitirá elegir con una sensibilidad más allá de los tópicos y las modas.
Los seres humanos no somos iguales, sino maravillosamente diferentes, a pesar de la masificación a la que estamos acostumbrados.
Elegir una reproducción artística puede ser, para la persona sensible al arte o a la historia, un buen acierto que sin duda no se olvidará, pues este tipo de regalos nos suele acompañar toda la vida junto con el recuerdo de quien nos la regaló.
La belleza siempre se clava en la memoria y el corazón.
Miguel Angel