Venus de Arlés. 57 cm.

Descripción

Reproducción de la escultura de la Venus de Arlés realizada en mármol moldeado (polvo de mármol más aglutinante).
Finamente pulida y con aplicación de pátinas de envejecimiento a base de tierras naturales que le dan la textura y apariencia de una escultura embellecida por el paso del tiempo.

Medidas: Alto: 57 cm. Ancho: 27 cm. Fondo: 17 cm.

Medidas lados base: 17 x 17 cm.

Peso aprox.: 8 kg.

Reproducciones de esculturas inspiradas en piezas originales de museos. Arte clásico. Hecho a mano en España. La escultura posee una magnífica presencia para ser utilizada en decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) y en exteriores, terrazas y jardines, resistente a las inclemencias del tiempo.

Escultura que representa a la Venus de Arlés. La original se encuentra en el Museo del Louvre y data del siglo I a.C.

Esta escultura de Venus fue  hallada en la localidad francesa de Arlés en el siglo XVII durante la excavación de un pozo. Más tarde, el rey Luis XIV la trasladó a Versalles , para adornar la Galería de los Espejos. En la Revolución Francesa pasó a ser parte de los bienes confiscados de la familia real y formó parte de la colección del Louvre desde la fundación del museo.

En la mitología clásica, Venus, identificada en Roma con la diosa griega Afrodita, es la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. El mito cuenta el nacimiento de Venus de la espuma generada por la caída al mar de los genitales del dios del cielo, Urano, mutilado por su hijo Cronos-Saturno. Venus era representada con atributos simbólicos como la rosa y el espejo, y animales como la paloma o el cisne, y representa el amor en todas sus facetas, abarcando desde el amor y unión espiritual, como Afrodita Urania, al deseo y la pasión humanas, como Afrodita Pandemos.

A Venus se le atribuyen amores con dioses y mortales, desde su esposo legítimo, Vulcano, el dios de los herreros y del fuego, o el hermano de éste, Marte, el dios de la guerra, hasta humanos como el hermoso Adonis, por cuya muerte descendió al Hades, o el padre del príncipe troyano Eneas, el antecesor mítico de los romanos.